Europan IV. Tenerife
con Félix Caballero y Elena Rodrigo.
2001

La parcela se sitúa en la Isla de Tenerife, al sur de Santa Cruz,  próxima a una zona en la que abundan conjuntos de viviendas adosadas formando bolsas de edificación desperdigadas por el paisaje sin ningún orden aparente. Presenta una fuerte pendiente a ambos lados de un barranco que se precipita sobre el Atlántico. El problema consistía en como plantear unas edificaciones destinadas a vivienda y equipamiento, en un punto tan estratégicamente situado, de acuerdo a un proceso continuo de ejecución en el tiempo y en el espacio.

El método que a nuestro juicio era más factible consistía en  proponer una sistemática de proyecto abierta que recoja los aspectos físicos, sociales, culturales, medioambientales, de programa,…,para poder ser desarrollado en un espacio o un tiempo indefinidos en principio, pero que puedan ser factibles en el lugar concreto y un tiempo definido. Una estructura que se puede cristalizar en un “sitio”, como se solidifica la lava en su contacto con el aire y el mar, pero que puede avanzar incontroladamente dejándose llevar por la pendiente del terreno o la topografía abrupta de la ladera. Esta estructura no es imperativa porque debería surgir de las solicitaciones anteriormente enunciadas generando reglas de juego que se pueden transgredir sin que ello afecte al conjunto generando una metodología de proyecto que pueda servir como referencia para gestionar sucesivas operaciones en ese territorio. Trabajando siempre en el borde superior de la pendiente entre los dos barrancos, en la parcela propuesta por la normativa del plan parcial, intentamos, crear que el sistema propuesto pueda particularizarse y articularse para  un lugar concreto sin que afecte a  su propia dinámica de desarrollo.

Se proponen unidades de asentamiento que podían tener un perfil más o menos regular que tratan de combinar un espacio exterior con vocación de parque, con un espacio interior más urbano donde se desarrolla  la vida con la actividad diaria y social del hombre; la sociabilidad propia del hombre. En cada unidad conviven dos tipos arquitectónicos que responden a dos visiones: la que se eleva sobre el horizonte y divisa lo lejano, y la que se acerca más a la tierra. La disposición de las unidades sigue una serie de leyes que le permiten crecer amoldándose a unas solicitaciones concretas y que poseen en principio una gran flexibilidad, sobre una estructura ordenadora. Esta estructura se apoya en la topografía generando sectores delimitados por unos elementos estructurales que definen un módulo ortogonal direccional que se repite, duplica en planta y sección, se amplía en los límites que marca la topografía, las tensiones provocadas por las vistas, generando una planta y sección ortogonales, pero, que al igual que la lluvia orada la roca, esas tensiones-solicitaciones horadan estas unidades, según un sistema aleatorio que genera vacíos, intersticios, en horizontal y vertical, en función a las condiciones de uso de los módulos y las circunstancias del lugar.
Estas unidades se apoyan en el terreno excavando lo menos posible y adoptándose a las líneas de nivel, buscando por tanto, recorridos transversales para tráfico rodado y peatonal, apoyado en una misma cota. Estructura modulada y abstracta. El equipamiento sigue las mismas reglas. El resto, espacio-parque: algunos caminos de madera que no tocan el suelo. Múltiples tamaños de viviendas, apartamentos de uno, dos y tres dormitorios con diferentes superficies, predominando las de tres dormitorios en una o dos alturas, siendo esta última la más presente en el conjunto.
Estas viviendas permiten una gran flexibilidad en su uso al disponer de espacios separados por núcleos fijos de servicios.

Los patios traseros, ventilados, grapados por pasarelas generan una superposición de fachadas provocando efectos de luz y sombra. Los patios horizontales al aparecer indiscriminadamente en diferentes puntos provocan un efecto de esponja, en la que los agujeros convierten al conjunto en un sistema cambiante e inacabado en el espacio de la costa. Igualmente el equipamiento con sus perforaciones y transparencias prolonga las visuales a su través, en las dos direcciones creando una sensación de ingravidez. Un conjunto de edificios que se desplazan sobre la topografía buscando la escala del paisaje. Intentamos para esta área de actuación buscar una oferta funcional que genere una nueva forma de vida, más ligada a la naturaleza. Combinando los factores que resultan de  aprovechar las ventajas de su estratégica localización y los actuales modos de vida ligados al coche, el ordenador, el trabajo en casa, el ocio en la naturaleza, generamos nuevas dinámicas sociales y espaciales.